miércoles, 7 de octubre de 2009

Adán y Eva

Durero y De Lempicka, Adán y Eva
El relato de la caida al pecado original consta de tres momentos: la tentación, el pecado y el juicio. En la tentación la serpiente le dic
e al hombre que todo lo puede, pues nada es tan grande para él pero lo lleva a dudar de Dios. En el pecado la mujer es quien apetece pero es el hombre quien comete el verdadero pecado y en el jucio se expresan nuestras condiciones en el parto, en las relaciones entre marido y mujer y el trabajo.

"La manzana no sólo era atractiva porque supuestamente convertiría en dioses a la primera pareja; también era apetitosa. El reto al que fueron sometidos nuestros primeros padres debía ser humano: cuerpo y alma, corporeidad y racionalidad. Qué mejor prueba que un alimento con efectos espirituales". (Héctor Zagal, Las Pecaminosas Manzanas).



Alberto Duero, Adán y Eva (1504) Grabado.
Duero, fué influenciado primeramente por el estilo gótico como puede verse en sus obras: San Miguel luchando contra el Dragón, Navidad, entreo otras; y posteriormente buscó la representación del cuerpo humano según la belleza ideal establecida por el arte clásico. El resultado de sus primeros estudios fue Adán y Eva.

En su obra puede verse el momento de la tentación: La serpiente entregando (engañando) a la mujer la manzana y al hombre extendiendo la mano para tomarla cuya expresión puede resultar de soberbia y ansiedad, la mujer por el contrario, parece representar ingenuidad.
El paisaje es el paraíso, se puede ver la man
era en que los animales convivían de manera armoniosa ahí (nótese al gato y al ratón en la parte inferior).


Tamara de Lempicka, Adán y Eva (1932).
Tamara de Lempicka, cuyo nombre original fué María Horska, es una de las principales exponentes del Art Deco. El hedonismo de su pintura es uno de sus rasgos más atrayentes. Su estilo artístico refleja también su estilo de vida: sensual y voluptuoso.
Es principalmente notoria la posición en que son representados Adán y Eva en su obra reflejando un aspecto erótico más que soberbio incluyendo la manzana que podría representar, en este caso, el mero aspecto corporal del pecado por la sensualidad con que son incorporados los personajes. El segundo rasgo a notar es el fondo, curiosamente ¡no es el paraiso! Lo que parece ser es una cuidad completamente urbanizada. ¿Será que lo que busca la autora es representar las consecuencias del pecado, es decir, más pecados? Me lleva a pensar cómo serían adán y eva en nuestros tiempos, tal vez hubiesen pecado de lujuria como parece ser en esta obra.

Termino preguntándome, ¿será posible representar los tres episodios (y posturas) del relato de la caida de nuestros primeros padres así como sus concecuencias en una obra de arte?

6 comentarios:

  1. El conocimiento surge de la duda, lo prohibido acaba en deseo por propia naturaleza humana, Adán y Eva serían condenados en caso de desobedecer, Dios les advierte y en palabras satánicas les dice "no duden de mí, no me conozcan"... inmortalizen el dogmatismo y acabarán en el reino de los cielos.. ja ja

    Saludos cordiales compañero

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  2. Me gusta el cubista. Hay que volver el arte abstracto para que sólo los grandes cerebros lo entiendan y por tanto el arte no esté bajo el dominio de las masas. Ave Niezsche

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Eres muy flojo y ya no escribes. Ave Nietzsche

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  5. No te duermas, aún hay mucho por comentar.

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  6. No sólo ya no escribes, sino que tampoco comentas en mi blog. Vas por un mal camino. Que Dios te guarde de tus pecaminosas desviaciones. Habla con Carlos Sánchez, él te salvará y te llevará al camino redentor.

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